Las Unidades de Reacción Inmediata, URIs, que en Bogotá se perfilaban como un riesgo de contagio, están bajando sus índices de ocupación con un traslado controlado de presos a las cárceles que les corresponden.
Cada trasladado llegará después de que se le practique la prueba y ésta salga negativa, pero los sindicatos de guardianes dicen que aún así llegarán a donde no hay condiciones higiénicas para tenerlos.