El día en que el expresidente fue a la Corte Suprema para apelar la decisión que favorecía a Iván Cepeda y lo incriminaba a él, varios de sus delegados todavía intentaban conseguir testimonios en las cárceles a su favor.
Ese día, el expresidente permaneció un buen rato afuera del Palacio de Justicia, mientras esperaba durante casi una hora le llegada a su abogado, con la carpeta de pruebas a su favor.