Un niño al que sus padres ni maestros no reprendieron por su agresividad homofóbica terminó quitándole a machetazos una mano y parte del brazo a su vecino gay, en Sincelejo, Sucre.
Las organizaciones de defensa de las libertades sexuales están buscando cómo apoyar al niño víctima, pero les preocupa también el niño victimario al que nadie le dijo que lo que él hacía iba en contra de la libertad de otro y que después de mutilarlo sigue en libertad.