Sabiduría popular
La alcaldía de Bogotá realizó una encuesta sobre un tema caliente y polémico: la percepción que tienen los bogotanos sobre la Policía.
La encuesta se realizó entre el jueves 17 y viernes 18 de septiembre, una semana después de las protestas provocadas por el asesinato del ciudadano Javier Ordóñez a manos de unos patrulleros… 600 hogares entre personas de más de 18 años, en 19 localidades, fueron encuestadas telefónicamente por el consorcio Econometría- SEI.
La encuesta que se denominó “Policía, seguridad y convivencia en Bogotá” dio unos resultados muy significativos sobre el mal momento de las relaciones entre los bogotanos y los uniformados.
La confianza en la Policía disminuyó a menos de la mitad en 10 años aunque, en ese periodo, nunca estuvieron en el grado en que debería ser: en 2008, solo el 43% confiaba mucho en los policiales. Y en 2018, ese porcentaje bajó al 20%, un nivel crítico que indica que esa institución perdió legitimidad social.
Sin embargo, hay esperanza de que la situación se recomponga: a la frase “solo algunos miembros de la Policía cometen abusos”, el 78% estuvo de acuerdo… Pero ese margen de esperanza no es incondicional: 6 de cada 10 encuestados rechazaron el uso de gases lacrimógenos o de ataques corporales y el 90% se opuso al uso de armas de fuego.
Los encuestados tampoco fueron laxos con los civiles violentos: más del 75% censura definitivamente la conducta violenta de los manifestantes y 7 de cada 10 personas afirmaron que nunca se justifica el uso de la violencia ni por parte de la ciudadanía ni por parte de la Policía.
De las anteriores cifras, se extrajo una conclusión lógica: una mayoría del 83% consideró necesaria una reforma de la Policía porque el abuso de autoridad se ha generalizado.
Más interesante fue el enfoque ciudadano sobre el tipo de reforma que le gustaría: el 65.8% indicó que los policías deben estar mejor formados en materia de derechos humanos sin descuidar su capacitación cultural y el apoyo social y psicológico que sus miembros y sus familias deberían recibir.
Por eso se dice que la sabiduría del pueblo suele superar la de sus dirigentes.