El alcalde de Cartagena dice que la ciudad no es la que debe pagar por la demolición del edificio que invadió el área del Castillo de San Felipe, porque el Ministerio de Cultura no hizo nada para evitarlo, aunque sabía que se construía en zona protegida por Unesco.
Él dice que el procurador y la ministra de cultura intentaron presionarlo para que la ciudad, que no tuvo culpa en la construcción antipatrimonial, pagará por el restablecimiento del paisaje que protege Unesco.