En su primer día como presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, guardó discreción, contrario a lo que hubiera hecho su inmediato antecesor.
Discretamente, pero, eso sí, seguido por muchos hombres de seguridad, Biden fue a la iglesia católica que siempre visita y al cementerio en el que se encuentran los recuerdos de dos hijos y su primera esposa.