Lo mismo piensa quienes otrora fueron rehenes de las FARC… Para ellos está claro que por los vejámenes y atropellos de los que fueron objeto no podían atribuirse sólo a sus carceleros, de manera que se aplica la doctrina de la responsabilidad de mando.
Así lo explica Luis Eladio Pérez, pues para él no sería lógico que la sanción por las cadenas, atropellos e insultos que recibió cuando las FARC le quitaron la libertad fueran atribuibles sólo a los guerrilleros rasos que los vigilaban.