La compra de ISA por parte de Ecopetrol es entendida por los expertos como una operación de venta de la nevera para pagar una cuota de la sala, y está destinada no a preservar lo público de ambas entidades sino a darle caja al gobierno.
Otros la entienden como una forma de privatizar a la empresa petrolera, que dice que necesita vender acciones para hacer la operación, de manera que de allí saldrían los recursos que está pidiendo el gobierno nacional.