Uno de los testimonios que recogió la Jurisdicción Especial de Paz en su decisión sobre los Falsos Positivos fue la del capitán César Cómbita que narró lo que en esa época se conocía como la política de “litros de sangre”, de la que conoció a menos 51 víctimas civiles a las que el mando militar ordenó matar y disfrazar de guerrilleros.