Un hombre al que abandonó su pareja el día en que le dio un puño en la cara al hijo de ella, entonces de ocho años, la ha perseguido durante tres años por toda la ciudad para darle otra paliza a ella y a quien la acompañe, pero la Policía dice que nada puede hacer y la Fiscalía ni siquiera lo dice.
El argumento es que a él sólo lo pueden capturar si lo encuentran en flagrancia y ella siempre ha acudido a denunciarlo luego de las golpizas ninguna de las cuales ha sido anunciada.