Diego Molano, fue nombrado hace apenas unos meses por Iván Duque como Director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre. Después de los paros nacionales que se iniciaron con las manifestaciones del 21 de noviembre, el Jefe de Estado designó a Molano como funcionario coordinador de la Casa de Nariño con los comités del paro.
Y en esa condición a Molano le ha tocado mostrar su mejor cara de conciliador, pero otra cosa pensaba cuando era concejal de Bogotá.
El concejal Molano del 10 de mayo pasado, era mucho más franco frente a las manifestaciones que el funcionario presidencial.
El entonces edil de la capital hizo una propuesta asombrosa para contener a los inconformes teniendo a su espalda imágenes de vándalos y ninguna marcha pacífica. Así hizo su gran revelación.
El sitio así llamado, sería una especie de estadio para 50 mil personas según dijo el delegado del presidente hace apenas 6 meses.
Según Molano, el protestódromo es una idea que todos compartirían.
La que en ese momento era solo una idea pintoresca del concejal Molano, hoy, cuando él es precisamente el encargado del presidente de buscar puntos de encuentro con los líderes de las protestas, su mensaje más parece un obstáculo insuperable que una solución, pues lo que está proponiendo es, ni más ni menos, encerrar a los inconformes en un espacio cercado con muros, aislarlos del resto de los ciudadanos y tratarlos como si fueran unos loquitos.