Un fiscal amigo del exmagistrado Francisco Ricaurte fue llamado a testificar sobre él en el caso del cartel de la toga y terminó admitiendo que el proceso en sus manos fue dilatado por cuenta de la petición de su amigo.
La declaración quedó en punta, porque luego de admitir la dilación dijo que el entonces presidente de la Corte, Leonidas Bustos, le pidió archivar el mismo proceso.