El proyecto de la reforma tributaria fue radicado por el gobierno en el Congreso, sin cambiar el impuesto a las rentas de capital, ni al patrimonio, ni a las herencias y sin la actualización catastral, que pedían los expertos.
En cambio el proyecto contiene las cláusulas de lo que llama normalización tributaria, que le permitiría legalizar su dinero en el país a quienes lo han mantenido por fuera.