El nueve de septiembre del año pasado el civil Javier Ordóñez perdía la vida después de choques eléctricos y una golpiza de la Policía. Un año después sólo uno de los involucrados recibió castigo penal.
Hablamos con el mejor amigo de la víctima, testigo presencial de lo que le pasó, él rogó que dejaran de aplicarle la taser, pero los patrulleros no le hicieron caso.