El año pasado la Amazonia colombiana perdió 140 mil hectáreas, en su mayoría en Meta y Caquetá. Sólo en 2018 habíamos perdido más, el hecho es que en estos tres años las mafias se han ensañado con los bosques, que ni siquiera son nuestros, sino patrimonio de la humanidad y aún no hay acciones claras del estado.