Una de las encargadas de formar a los nuevos guardianes del INPEC fue destituida por su papel en la fuga de la dirigente conservadora Aída Merlano. Y al mismo INPEC se le ordenó el arresto de otro guardián que recibió la noticia en su puesto de guardia y se fugó.
El guardián fue condenado a pena de prisión, y estaba en su puesto de guardia en una de ellas cuando escuchó la sentencia, pero frente a sus jefes empacó sus cosas y salió de la oficina, como si fuera un día normal, y desde entonces está prófugo.