Los chalecos antibalas que los asaltantes de la bodega de oro de Medellín vistieron en su acción de la semana pasada fueron comprados por el Fondo de Vigilancia de Bogotá y en teoría fueron destruidos como activos inútiles en la liquidación del mismo.
El encargado de la destrucción es un contratista que dice que todo lo que le dieron lo destruyó y tiene fotografías de ello. El hecho es que la alcaldía de Bogotá dice que no tiene ningún registro para hacer seguimiento de ellos.
Además: Fiscalía determinó que hubo un error en varios capturados por asalto a bodega de oro en Medellín