Un sacerdote investigado por actos sexuales abusivos con una niña de trece años intentó suicidarse antes de la imputación y desintoxicado salió de la clínica y se dio a la fuga.
En su escape lo acompañó una prima con la que convivía y aunque la arquidiócesis dijo sentir vergüenza por su sacerdote, lo suspendió sólo el pasado miércoles cuando era inminente su comparecencia judicial.