Eduardo Dávila Armenta es muy conocido en el país por sus condenas y las de su hermano y por ser el dueño del Unión Magdalena, que ha sido el centro de crítica en todo el mundo por la forma en que ascendió a la primera división.
Dávila Armenta fue condenado a diez años de cárcel por narcotráfico y a otros treinta y cuatro por el asesinato de su esposa, paga cárcel en su mansión en Santa Marta y hace lo que quiera.