A un ciudadano de Cali se le ocurrió que por sus errores en el manejo del estallido social el presidente Duque debía renunciar y se lo pidió por derecho de petición. El presidente optó por ignorar la carta, pero la Ley obliga a los funcionarios a responder las peticiones.
Además, el Consejo de Estado ha tenido que recordárselo al presidente en dos ocasiones con motivo de esta petición. Por el momento, la entidad estaría a punto de declararlo en desacato a la orden que ya dio de responderle y podría recibir la sanción respectiva.