Los raizales de San Andrés tienen la esperanza de que esta vez la Corte de la Haya no desconozca sus derechos ancestrales, pues tienen claro que en la primera sentencia se perdieron porque el gobierno nunca los planteó en sus alegatos.
Ellos son conscientes de que de la decisión de la Corte depende no sólo su seguridad alimentaria, sino también su supervivencia y, aunque tarde, agradecen el gobierno argumente sus derechos ante la corte.
En septiembre en Noticias Uno: Defensor de Colombia en La Haya, seguro de que pudo desvirtuar reclamos de Nicaragua