La autonomía de la juez del proceso contra el expresidente Uribe por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos sorprendió a quienes no creen en la independencia judicial.
La jueza no sólo negó el cierre del proceso, como lo pedía la Fiscalía, sino que regañó al fiscal del caso Gabriel Jaimes por su falta de diligencia, tanto para probar la presunta inocencia de Uribe, como para hacer la tarea que le correspondía, que era acusarlo.
Sobre el Caso del expresidente Uribe, en Noticias Uno