Las divisiones en el grupo político que surgió de los acuerdos de paz, no sólo se reflejan en la disidencia que resolvió volver a la guerra, sino en las diferencias entre los que persisten en la democracia, pero todos los del partido siguen siendo terroristas para el mundo financiero.
A pesar de que el Gobierno excluyó a las FARC de su lista, el sistema bancario no puede hacerlo porque sus listas de exclusión están basadas en las de Estados Unidos, que aún no lo ha hecho.