A pesar de haber sido denunciado en carta abierta por 131 estudiantes de la Universidad Distrital, un profesor hizo parte del Consejo Superior de ésta y cuando la Procuraduría resolvió investigar sólo diez de las denuncias, le dio la oportunidad de renunciar.
El actual rector dice que por presunción de inocencia podía ser directivo y en el mismo sentido merecedor de las condecoraciones que en los últimos años le había concedido el alma mater.