No hay mayores objeciones de los tanques de pensamiento económico sobre la reforma tributaria radicada hace cuatro días, pero ellos son claros en dos puntos: uno, que el texto aún es modificable y, dos, que sobreviven algunos beneficiados.
Entre quienes aún conservan privilegios tributarios son algunas personas naturales, funcionarios públicos, magistrados y profesores universitarios de alto nivel y altos ingresos, que deberían tributar.