Los magistrados de las Cortes se movieron mucho este fin de semana; los de la sala laboral de la Corte Suprema fueron a Cali a un evento académico que terminó en gran rumba y los del Consejo de Estado viajaron a Montería para otro evento en que se repartieron regalos.
La rumba de Cali fue financiada por grandes empresas privadas que tienen interés eventual en fallos de esa misma sección y en Montería una gran compañía aseguradora costeó el regalo de 350 sombreros vueltiaos para los asistentes.