El Clan del Golfo, que teóricamente pactó un cese al fuego con el gobierno el día de año viejo, pretendió mostrar como gesto de paz la liberación de dos civiles a los que secuestró rompiendo su promesa de suspender acciones criminales.
Los sicarios están haciendo en las zonas bajo su control acciones terroristas a las que pretenden darle un matiz político y que justifican con acusaciones no probadas en contra de sus víctimas de secuestro.