Con más humor que temor, el canciller Álvaro Leyva enfrentó su debate de moción de censura. Otros miembros de la coalición citante, de la oposición, cuestionaron las razones de la convocatoria, por considerarla una nimiedad y otro del grupo se autosaboteó.
Como en ocasiones anteriores, el debate se cerró y la votación se dará esta semana y se prevé que no pasará, porque para ello se necesitarán 95 votos en la Cámara de Representantes, donde la coalición de gobierno es mayoría.