El nieto del expresidente Turbay se dedicó a hacer preguntas de fondo y forma, a pedir la lectura de documentos y a hacer preguntas capciosas mientras sus colegas intentaban cerrar la legislatura con los proyectos más convenidos.
Las intervenciones de Uribe Turbay no afectaron la aprobación de la reforma presupuestal, aunque tenían ese propósito. Su efecto fue sobre el sueño de los congresistas que planeaban terminar a la medianoche y sólo pudieron cerrar sesión a las 4:12 de la mañana.