El nombre de Armando Benedetti ha circulado mucho en los mentideros judiciales y políticos desde cuando estalló el escándalo de su pelea con la exsecretaria presidencial Laura Sarabia.
Además de los que ya tenía abiertos en la Corte y en la Fiscalía, Benedetti sumó por lo menos cinco más por sus afirmaciones contra la exsecretaria del presidente y contra sí mismo.
El político barranquillero Armando Benedetti está envuelto en una maraña de procesos penales disciplinarios y administrativos que difícilmente pueda ser superado por otro personaje público en Colombia.
Lo más llamativa de su intricada situación judicial es que buena parte de los procesos judiciales en su contra ha sido provocada por él mismo debido a sus declaraciones que bien pueden ser determinadas autoincriminatorias.
El primero fue el hurto de 7.000 millones de dólares de viaje en una maleta de la exsecretaria presidencial, Laura Sarabia y por el cual, ella había puesto una denuncia en Fiscalía al terminar en enero de este año.
Cuando Benedetti trató de maltrato a Sarabia al momento que se desató el escándalo de la niñera, el fiscal del caso empezó a adelanter a indagaciones de la exsecretaria y se buscan los responsables del hurto.
El segundo es este mismo proceso penal se investigan a varios policías a cargo de la Presidencia que tendrían responsabilidad en el uso ilegal de póligrafo a las que sometieron a la niñera Marelbys Meza y que a causa de este escándalo, el coronel Óscar Dávila se suicidó.
El tercer proceso se adelanta en la Fiscalía por las interceptaciones ilegales de la niñera Meza y de otra empleada de la casa la secretaria Sarabia.
La Fiscalía estaría determinando si abre un cuarto proceso por la petición del abogado defensor del fallecido crel. Dávila que llamó a este «inducción de suicidio» en el que estaría implicado un alto funcionario del CTI.
El quinto, el más grave de todos por sus implicaciones políticos, es el que tiene que ver con la presunta financiación ilegal de la campaña que llevó a Gustavo Petro a ganar la Presidencia y que su exembajador Benedetti calculó, sin dar ninguna prueba, en 15 mil millones de pesos.
Este fin de semana se supo que hasta el conductor que recogió a la niñera para trasladarla a la sala de póligrafos también fue empleado del político como también la niñera.
La figura de Benedetti aparece en todos los líos que hoy enfrenta el gobierno Petro. Sin embargo, después de armar el lío ahora se niega a declarar bajo juramento.