Los politólogos ven en la última jugada de Germán Vargas Lleras el aprovechamiento de un mal momento de favorabilidad del presidente Petro y un intento del exvicepresidente por consolidarse como líder de oposición y, si las cosas le funcionan, como candidato presidencial.
Pero esto último sería a largo plazo y si y sólo sí da resultados su estrategia de consolidarse como líder de la oposición en las elecciones regionales, para las que intenta canalizar la inconformidad.