Aunque la Superintendencia de Servicios Públicos ha hecho un llamado a darle a éstos y sus cobros una categoría social, las empresas distribuidoras están dispuestas a reportar a los morosos en las centrales de riesgo financiero.
Las empresas de la costa tienen cuentas no pagadas y sin solución de unos 400 usuarios y justifican que esta es una forma de hacer efectivos sus cobros. Eso sí, dicen que le advertirá a cada cliente tres meses antes de reportarlo.