De nada sirve dejar de contestar el teléfono, cambiar de dirección o esconderse a las “culebras”. En la era digital las deudas son más evidentes. Lo mejor es contestar la primera llamada y convenir cuotas pagables.
De nada sirve dejar de contestar el teléfono, cambiar de dirección o esconderse a las “culebras”. En la era digital las deudas son más evidentes. Lo mejor es contestar la primera llamada y convenir cuotas pagables.