Aunque los crímenes de lesa humanidad imputados al general Montoya datan de hace más de dos décadas, en el Ejército aún sigue uno de sus co-imputados. Un teniente que en esa época reclutaba como supuestos trabajadores a los jóvenes que habían planeado asesinar, para pasarlos a guerrilleros. Ahora coronel, dirige una unidad de élite del Ejército en Tumaco, Nariño.