El INPEC reconoció ayer que las imágenes que distribuyó del traslado del exalcalde de Cúcuta y asesino de su asesor Ramiro Suárez fueron un engaño, para proteger al reo. No todos creen en la explicación.
Desde el principio fue obvio que las imágenes sólo mostraban el traslado de una camilla con sábanas, almohadas y cobijas, pero sin enfermo y entre los partícipes de la farsa un médico familiar del asesino que manejaba desde el hospital dos campañas políticas una para la alcaldía y otra para la gobernación de Norte de Santander.