Aunque la Fiscalía identificó al patrullero procesado por proveer información de una fuente que permitió “chuzar” el teléfono de la asistente de servicios generales de Laura Sarabia el juez de su caso resolvió enviarlo a La Picota.
El juez de garantías acogió la tesis de la Fiscalía según la cual una vez se probó que a Sarabia le habían robado unos dólares se hizo evidente el interés por interceptar su teléfono.