El final del análisis de los impedimentos para los inscritos a las elecciones de finales de este mes tuvo un encuentro en el que dos magistrados se sacaron chispas. Una pedía garantías para Carmen Caicedo y el otro le dijo que ella se las había quitado.
La discusión tenía que ver con el tiempo para apelar que, por encima de las elecciones sería limitado, pero un magistrado le dijo que fue una petición suya la que retrasó el estudio del expediente.