Colombia está ratificando su primer lugar mundial como el país más peligroso para ejercer el sindicalismo, no sólo por los 3.323 sindicalistas ya asesinados, sino por los que se propone asesinar una nueva estructura paramilitar.
Se trata de un panfleto que apareció en Cali en el que se promete asesinar a los actuales dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores, con motivo de su apoyo al gobierno Petro.