El clan Gnecco fue el primer beneficiario de la filtración de un fragmento de las interceptaciones telefónicas que la Corte Suprema ordenó para descubrir sus negocios ilícitos.
Sólo unas horas antes de que se hiciera público un fragmento en el que uno de los sospechosos decía que el magistrado Farfán estaba chuzando a su matrona, él había llamado a indagatoria a otro miembro del Clan Gnecco pero con motivo de ésta tuvo que separarse del caso y pedir licencia para defenderse de la acusación que considera falsa.