La elección de varios magistrados que ocuparán cinco vacantes en la Corte Suprema, puede significar el regreso, por vía indirecta, de influencias negativas que afectaron, en el pasado, la pureza e independencia judicial
Dos de las aspirantes con serias posibilidades de ser elegidas en la Sala Civil de la Suprema son aliadas y amigas de la expresidenta de esa corporación, Ruth Marina Díaz, recordada por ser cercana a miembros del cartel de la toga y por un famoso paseo en un crucero por el Caribe.