El fiscal Mario Burgos, que conduce la investigación contra el hijo de Gustavo Petro admitió que tuvo una cercana relación de amistad con un narcotraficante y falsificador de documentos para visas, pero dice que cortó con él cuando supo quién era.El narco y el fiscal compartieron incluso camiseta deportiva con motivo del equipo de fútbol que el primero patrocina y en el que su hijo jugaba el hijo del investigador, pero llegaron a hacer una estrecha amistad, según explicó el exentrenador, que se siente víctima de las jugadas sucias del equipo.