Escuchando las comunicaciones de la disidencia de las FARC en el Caquetá, la Policía encontró los detalles de lo que sería una extorsión a una empresa petrolera y los detalles de su cobro de impuesto a los narcotraficantes.
En la comunicación se da cuenta de que alguien de la petrolera les pidió quemar una tractomula para impulsar la negociación de la extorsión por mil millones al año.