Un centro de yoga en las afueras de Bogotá busca el zen de sus practicantes extrayendo con dispositivos digitales las vibraciones de las plantas y el suelo y convirtiéndolos en sonidos relajantes.
Un centro de yoga en las afueras de Bogotá busca el zen de sus practicantes extrayendo con dispositivos digitales las vibraciones de las plantas y el suelo y convirtiéndolos en sonidos relajantes.