Al comenzar la sesión de ayer en la plenaria de la Cámara de Representantes había 800 proposiciones y un calendario imposible, pero a la ponente se le ocurrió convocar a una votación que evitaría el riesgo de la conciliación y se aprobó la reforma pensional.
La fórmula fue salvadora, según el representante David Racero hacerlo de otra forma hubiera generado una conciliación y en ella habría maniobras del presidente del Senado podría haberla hundido llevándola a un lugar de su agenda.