Aunque las tres candidatas a la Defensoría del Pueblo hicieron un pacto para no hacer lobby para promover sus nombramientos, la ganadora admitió que se había trasnochado haciéndolo.
Las dos derrotadas en la elección tenían la clara oposición de Álvaro Uribe y sus seguidores, como denunciantes de los Falsos Positivos, y no invirtieron, como la ganadora, sus noches en reuniones con congresistas cuyo contenido no ha sido revelado.