La prevención del contagio abrió paso a las transacciones sin contacto físico con los billetes, pero tampoco con teclados ni pantallas… Ya el rey no es el dinero plástico sino el electrónico.
La prevención del contagio abrió paso a las transacciones sin contacto físico con los billetes, pero tampoco con teclados ni pantallas… Ya el rey no es el dinero plástico sino el electrónico.