El impuesto solidario, un descuento al salario de pensionados, funcionarios y contratistas públicos, con más de diez millones de mesada, para los gastos de la pandemia, no ha caído, pero tiene tantos peros como los que ya lo hicieron.
Según el Instituto de Derecho Tributario, no sólo por su falta de conexidad con la pandemia, sino porque viola acuerdos internacionales, de manera que, además, el gobierno tendría que devolver lo ya recaudado.