La reducción de la capacidad certificada de Colombia como deudor afectará a toda la economía nacional y, si el país hace la tarea, le daría al país unos siete años para volver a su estado de inversión anterior.
Básicamente el país debe demostrar que tiene cómo pagar sus deudas y esto se hace con una o varias reformas tributarias, que no pueda ser interpretada como cosmética por las evaluadoras, es decir, una que ponga a pagar impuestos al 1% más rico del país.