El abogado Miguel Ángel del Río conocido por las causas penales de alta connotación política que lleva, fue una de las últimas personas que habló con el fallecido coronel Óscar Dávila quien, según todo indica, tomó la decisión de suicidarse el pasado viernes.
El coronel le pidió a Del Río representarlo ante la Fiscalía y, muy desesperado, le dijo que él sentía que la Fiscalía iba por él y que en su proceso un funcionario le dijo que se iba a derramar sangre.