Países Bajos ensayó el método más obvio para descontaminar las aguas de sus ciudades: la inyección de aire a presión en los lechos. Y el éxito ha sido tal que ya está exportando mangueras de aire para limpiar ríos y canales.
Países Bajos ensayó el método más obvio para descontaminar las aguas de sus ciudades: la inyección de aire a presión en los lechos. Y el éxito ha sido tal que ya está exportando mangueras de aire para limpiar ríos y canales.